En una insólita carrera por atribuirse los méritos de interpretar los objetivos políticos y diplomáticos de EEUU, ayer los gobiernos de Uruguay y Perú se atribuyeron, por separado, la autoría del proyecto, que también fue firmado por Argentina, Costa Rica, Guatemala, Canadá, El Salvador, Panamá, Nicaragua y Honduras. Sin embargo el hecho incuestionable y que da ventajas a Uruguay en esa carrera de méritos, es que fue la delegación compatriota quien presentó el proyecto en Ginebra 15 minutos antes de que venciera el plazo, permitiendo lo que quería EEUU, que en la Comisión de DDHH de la ONU se discutiera sobre Cuba.
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, advirtió este jueves en La Habana que su gobierno no aceptará los reclamos que se le formulen en la Comisión de la ONU, tras denunciar que la moción presentada por Uruguay es "una patraña fabricada por Estados Unidos".
"Cuba no se confunde sobre la autoría (del proyecto). Cuba acusa al Departamento de Estado norteamericano como responsable de esta patraña fabricada para justificar el bloqueo" contra la isla, dijo el canciller.
La moción, como adelantara LA REPUBLICA en su edición del 9 de abril, consta de 4 puntos y pide a la Comisión de la ONU que inste al gobierno del presidente Fidel Castro a "avanzar en el reconocimiento de los derechos" de sus ciudadanos y que se envíe un representante de la Alta Comisionada para Derechos Humanos de la ONU a monitorear la situación en la isla.
"Se hacen vanas ilusiones si piensan que Cuba permitirá entrar aquí, bajo esas condiciones, a un inspector al servicio del gobierno de Estados Unidos", precisó Pérez Roque, quien denunció que el documento fue redactado "bajo la dirección del gobierno norteamericano".
Tras aclarar que la persona que sea designada como inspector "pasará a engrosar las filas del desempleo", el jefe de la diplomacia cubana aseguró que Estados Unidos necesita desesperadamente condenar a Cuba en la CDH para mantener el bloqueo contra la isla caribeña.
"Estados Unidos necesita la condena de Cuba en Ginebra como los peces necesitan el agua. Han creado una adicción", aseveró el ministro de Relaciones Exteriores.
Recordó que Washington primero utilizó las relaciones de Cuba con la entonces Unión Soviética, después la presencia militar cubana en Africa, y luego el apoyo de La Habana a los movimientos guerrilleros latinoamericanos para justificar las sanciones comerciales, financieras y económicas impuestas hace 40 años.
"Ahora la justificación es que en Cuba se violan los derechos humanos", acoto Pérez Roque, quien se opuso enfáticamente a cualquier singularización del tema en ese órgano de las Naciones Unidas.
"¿Por que hay que enviar un representante de la CDH, si ya el Alto Comisionado (para los derechos humanos) nos visitó en el pasado?, preguntó el canciller, para inmediatamente aclarar que Estados Unidos ni ningún país latinoamericano ha recibido alguna vez a un inspector de ese organismo internacional.
Reiteró que el proyecto de resolución anticubano presentado la víspera en Ginebra por Uruguay fue elaborado íntegramente por el Departamento de Estado norteamericano.
"Este es un texto redactado según los intereses del gobierno de Estados Unidos", agregó Pérez Roque, quien denunció las "brutales presiones" ejercidas por Washington sobre las naciones latinoamericanas para lograr la presentación de un proyecto de resolución contra Cuba en la CDH.
En opinión del funcionario, al gobierno norteamericano no le interesa tanto lo que dice el documento, como que éste exista, pues el proyecto de resolución de este año no condena la situación de los derechos humanos en Cuba ni expresa preocupación o crítica alguna al respecto.
Tras resaltar que su país es estado parte de 17 instrumentos internacionales y Estados Unidos de nueve solamente, Pérez Roque instó a los gobiernos patrocinadores del texto anticubano a que exijan a la Casa Blanca que firme, por ejemplo, la Convención de los Derechos del Niño.
"Cuba rechaza con toda energía esta nueva maniobra de Estados Unidos, este ejercicio vergonzante al que se han prestado el gobierno de Uruguay y de otros países latinoamericanos", sentenció.
Por su parte, el presidente peruano, Alejandro Toledo, dijo este jueves en Costa Rica que Perú "no es títere de nadie" con respecto al tema cubano.
"Dije a los representantes de Estados Unidos, al igual que lo hice con el canciller cubano, que el Perú no es títere de nadie, repito, no es títere de nadie, y en consecuencia no acepta presiones de un lado o del otro", manifestó Toledo en una rueda de prensa conjunta con su homólogo costarricense, Miguel Angel Rodríguez.
El gobernante peruano, quien se encuentra en Costa Rica para la Cumbre del Grupo de Río, aclaró que "no ha habido ninguna presión y, si la hubiera habido, no la hubiéramos aceptado".
Toledo declinó opinar sobre la reacción cubana y sólo dijo que la moción "pretende romper el mito del voto de condena en Ginebra" y en eso "no hay ninguna traición" contra Cuba, país al que calificó de "nación hermana de América Latina". Si bien la moción fue presentada por Uruguay, Toledo se adjudicó este jueves "la iniciativa y el liderazgo" de la propuesta.
Mientras tanto, en Lima el tema cubano provocó ayer jueves una polémica entre quienes la consideran "constructiva" y los que la califican de "condena hipócrita" al gobierno de La Habana.
El presidente de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, dijo que su país apoya la moción, pues considera que "el tema de los derechos humanos amerita una garantía de derecho internacional que está por encima de los caducos conceptos de soberanía del siglo XIX".
En Argentina, la Cámara de Diputados aprobó la madrugada del jueves un proyecto de resolución para que el gobierno argentino se abstenga de votar cualquier condena contra Cuba por violaciones a los derechos humanos en la ONU.
Guatemala, por su parte, adoptó una posición más neutral, pues el Congreso emitió este jueves una resolución que recomienda al presidente Alfonso Portillo abstenerse de apoyar la propuesta presentada por Uruguay en Ginebra y retirar su copatrocinio.
En el otro extremo, Venezuela anunció que no apoyará la propuesta para que las Naciones Unidas realicen una inspección en Cuba sobre la situación de los derechos humanos, según informó el canciller Luis Alfonso Dávila.
Pese a que el tema cubano no figura en la agenda oficial de la cumbre del GRio, sin duda dominará las deliberaciones informales de los mandatarios o representantes de los 19 países miembros. *
El Comercio/ 12 de abril del 2002
Perú lideró exhortación pro DD.HH.
en Cuba
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San José. El Gobiernio del Perú no solo suscribió el proyecto que exhorta a Cuba al respeto de la democracia y los derechos humanos, sino que lideró esta iniciativa, según explicó ayer el presidente Alejandro Toledo, quien ofreció una conferencia de prensa con su homólogo de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez. Ambos mandatarios aclararon que no se trataba de una condena contra Cuba sino un pedido coincidente de sus gobiernos, hecho con otras ocho naciones de América Latina en salvaguarda de los principios democráticos. Ante el interrogante sobre una presión ejercida por EE. UU., el mandatario peruano aclaró que no hubo tal cosa y señaló, más bien, que en las conversaciones que hubo con los representantes de los gobiernos estadounidense y cubano resaltó que el Perú no era títere de nadie. Frente a la lluvia de adjetivos del régimen castrista, que hablan de traición y de servilismo, el presidente Rodríguez respondió que uno tomaba decisiones basado en los principios, sin considerar eventuales insultos. Toledo llegó a este país, sede la de Décimosexta Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río, en compañía de su esposa Eliane Karp, su hija Chantal y su amigo Adam Pollack. Integran la comitiva presidencial congresistas de distintas bancadas, como José Luis Delgado (Apra) e Hildebrando Tapia (UN). En San José lo esperaba el canciller Diego García Sayán. Ni bien arribó, Toledo participó con Rodríguez en la ceremonia cívica que conmemora el apoyo peruano a Costa Rica en 1856. En un breve discurso, Toledo resaltó la valiosa intervención del Gobierno de Costa Rica en el ámbito internacional a favor de la transición democrática peruana. Un ejemplo fue la enérgica posición que adoptó Costa Rica en la reunión de cancilleres de la OEA en Canadá, cuando se aprobó la formación de una misión de observadores que medió por una salida pacífica. Precisamente recordando estos hechos y en una alusión a la situación cubana, Toledo mencionó que todos luchamos en el 2000 contra una dictadura en el Perú que no amañó las elecciones y violó los derechos humanos. Más adelante reveló que hace cinco días había cursado una carta a cada uno de los presidentes de América Latina para adoptar un acuerdo multilateral que ponga fin a la compra de misiles en la región. Por cierto, el primero y al parecer el único mandatario que le respondió positivamente fue el presidente de Costa Rica, en cuyo país no hay fuerzas armadas. La Repúca (Uruguay)/ 13 de abril del 2002
Miles de uruguayos denunciaron la actitud del gobierno
uruguayo de condenar a Cuba y señalaron que no tiene la
altura moral para tal postura. Varios miles de personas
concurrieron ayer a la explanada de la Universidad de la República
para manifestar su rechazo a la posición del gobierno
uruguayo de propiciar una condena a Cuba por violación de
los derechos humanos. La actriz Gloria Demassi dio lectura a
una proclama de los promotores de la protesta (organizaciones
sociales y políticas), ante el numeroso público (hubo una
notoria ausencia de dirigentes políticos del EP-FA, con la
salvedad de las senadoras Marina Arismendi y Mónica
Xavier), que ondeaba banderas cubanas y retratos del
derrocado presidente venezolano Hugo Chávez. El texto leído
por Demassi afirmaba: "Hoy, nuevamente, el principal
violador de los Derechos Humanos en el mundo, Estados Unidos,
arremete contra la dignidad de los pueblos. El gobierno de
este país, que se ha erigido dictador desatando guerras,
bombardeando pueblos inocentes e indefensos, generando
tensiones, creando conflictos y apoyando masacres --como la
actual del gobierno de Israel contra el pueblo palestino--
no ceja en su empeño de imponer su hegemonía a escala
planetaria". Con relación a la postura del gobierno
uruguayo, el texto sostiene: "Bajo el velo de reconocer
los avances de Cuba en la realización de los derechos
sociales, se esconde la injerencia ilegítima en los asuntos
internos de una nación independiente y soberana, al
individualizar la situación de los derechos humanos en la
isla y queriéndole imponer un relator especial, no importa
bajo qué título". La proclama advierte: "En este propio contexto es
necesario señalar que no reconocemos ni el derecho a
nuestro gobierno para entrometerse en los asuntos internos
de Cuba ni su moral para juzgar los derechos humanos en
otros países, cuando todavía tenemos grandes problemas no
resueltos en el nuestro". Entre los aspectos no
resueltos en Uruguay señala la situación de miseria,
hambre, marginación, desempleo, así como la cantidad de niños
en situación de calle y el incumplimiento del artículo 4º
de la Ley de Caducidad. No faltó la referencia a la donación
de la vacuna cubana contra la meningitis B y la actitud del
gobierno, que con "su sentimiento de cola de paja y de
mezquindad, lejos de reconocer el gesto humanitario de un país
hermano, trata de restarle contenido y trascendencia
intentando cuestionar el carácter de donativo. Insistiendo
en que se descuente de la deuda comercial que Cuba tiene con
Uruguay, para intentar justificar ante nuestro pueblo y la
opinión pública internacional lo injustificable". En
el acto se leyó un documento del Partido Comunista de
Venezuela y sendos cables de Prensa Latina (uno de ellos con
declaraciones de la hija de Chávez), donde se denuncia el
arresto del ex presidente y se desmiente su renuncia. * |
El presidente Jorge Batlle confió ayer a legisladores colorados que tiene tomada la decisión de retirar el embajador de Cuba, y que esa decisión cambiará solamente si el gobierno caribeño hace una rectificación oficial de los dichos de su canciller, extremo bastante improbable.
Por otra parte, también ayer se conoció el contenido de una propuesta de cuatro puntos que está impulsando Perú y que sería una alternativa al intento de condena promovido por EEUU y que hasta ahora no encontró patrocinantes.
Los cuatro puntos de la iniciativa incaica son:
1. Reconocer los avances obtenidos por Cuba en la realización de los derechos sociales de la población, pese al embargo que sufre la isla.
2. Procurar que en Cuba se hagan avances también en los derechos civiles y políticos, en una perspectiva de afirmación del Estado de Derecho.
3. Buscar que Cuba, a semejanza del resto de los países latinoamericanos, sea parte del Pacto de Derechos Civiles y Políticos y del Pacto de Derechos Económicos y Sociales.
4. Buscar una modalidad constructiva de participación de Mary Robinson, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, para lograr que su Oficina coopere con Cuba de manera similar al convenio ya firmado con la República Popular China en materia de derechos humanos.
Según pudo saber LA REPUBLICA de fuentes diplomáticas y políticas, Batlle, en su último viaje a Nueva York, se comprometió ante el gobierno de EEUU a impulsar una moción para que el tema Cuba se considerara en Ginebra. Cuando comenzó los contactos se encontró con que Perú estaba elaborando una propuesta.
Dicha propuesta fue analizada por el presidente Toledo con Bush en Lima, y por altos funcionarios peruanos con Otto Reich, secretario para América Latina de EEUU y vinculado al exilio cubano en Miami.
Según las fuentes Uruguay ha tenido destacada presencia en la elaboración de la propuesta y fundamentalmente en los contactos políticos para viabilizarla.
Fernando Henrique Cardoso le comunicó a Batlle que Brasil no vota nada referido a Cuba en Ginebra.
La moción no contempla una condena como quería EEUU, pero sí recoge la aspiración norteamericana de una inspección internacional en la Isla.
Este último aspecto ha sido rechazado históricamente por Cuba, y el embajador cubano en nuestro país reiteró ese rechazo ayer en conferencia de prensa.
La mención a las conquistas sociales y al embargo (no bloqueo) es un precio que Washington acepta pagar a cambio de que por primera vez países latinoamericanos encabecen el tratamiento del tema Cuba.
En la moción también se establece que Cuba adhiera a instrumentos jurídicos que rigen el sistema interamericano pero no a las instancias políticas como la OEA, otra concesión a Washington.
Sin embargo, de aprobarse esta propuesta sería la primera vez desde 1996 que Cuba no sería condenada explícitamente.