A LOS PARTIDOS Y ORGANIZACIONES AMIGAS

Con el triunfo de la Revolución el primero de enero de 1959, los malversadores del tesoro público   cubano, los asesinos y torturadores de la policía de Batista, sus jefes militares corruptos, que habían ordenado el bombardeo indiscriminado de población civil, la mafia que controlaba los casinos de juego y la prostitución en Cuba, encontraron inmediato asilo en territorio norteamericano y con el patrocinio generoso de fondos federales suministrados por sucesivas Administraciones republicanas y demócratas, han reproducido en la ciudad de Miami el poder criminal que ejercieron en nuestro país en el pasado.

Desde inicios de la década del 60 la CIA integró, organizó y entrenó a todos esos personajes en decenas de organizaciones terroristas utilizándolos para su guerra de más de cuarenta años contra Cuba:  invasión mercenaria derrotada en Bahía de Cochinos; organización de bandas armadas en las montañas; ataques y sabotajes contra naves, aeronaves, instalaciones económicas, diplomáticas, turísticas; introducción deliberada de enfermedades como el dengue hemorrágico, de plagas en los cultivos y de virus para diezmar el ganado; violaciones de nuestro espacio aéreo y marítimo, así como cientos de planes para el asesinato de nuestros dirigentes.

Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González son cinco jóvenes cubanos que lucharon, a riesgo de sus vidas, contra esos grupos terroristas que operan libremente en Miami y cuyas actividades criminales constan en documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos,  han sido reflejadas en la prensa de ese país e incluso han sido reconocidas públicamente por sus propios autores.

Ellos son inocentes.  Pero un tribunal, precisamente de Miami, los ha condenado.  No por sus actos, sino por su fidelidad a la Patria.

Al respecto, deseamos destacar algunas de las violaciones e irregularidades que han acompañado todo este proceso:

---    Violación de la VI Enmienda de la Constitución de Estados Unidos al realizar el juicio en un lugar Miami-  Durante todo el proceso hubo una intensa y permanente campaña en la prensa local para estigmatizar a los acusados y presionar a la jueza y al jurado.

---     Violación de la VIII Enmienda, al mantenerlos en condiciones de reclusión crueles e inusuales, en confinamiento solitario por dos períodos, el primero de 17 meses y el segundo de 48 días, lo que obstaculizó su defensa y les ha ocasionado a ellos y a sus familiares sufrimientos que constituyen violaciones de sus derechos humanos.

---     Manipulación de pruebas y  El gobierno clasificó todas sus pruebas como secretas e hizo que fueran tratadas de acuerdo con la Ley de Procedimiento de la Información Clasificada (CIPA), lo que complicó el proceso e hizo más difícil la labor de la defensa.

---     Se ignoró la Ley de Libertad de Información (FOIA) al no accederse a solicitudes de la defensa para que fuesen considerados documentos oficiales relevantes al esclarecimiento de los hechos.

---     En un caso sin precedentes, fueron condenados por supuesto espionaje contra Estados Unidos sin que fueran presentadas pruebas o testimonios que mostrasen que habían obtenido o buscado  informaciones para perjudicar a ese país.  Por el contrario, importantes testigos específicamente negaron que ellos hubiesen realizado espionaje:  el general James R. Clapper, ex   jefe de la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa; general Charles Wilhelm, ex comandante  en jefe del Comando Sur; general Edward Atkeson, ex -vicejefe  del Estado Mayor del Ejército para Inteligencia; almirante Eugene Carrol,  ex  vicejefe de  quien ocupó una posición destacada en el Comando del Sistema de Defensa Aérea de Norteamérica.

Carece de precedentes también la condena a Gerardo Hernández por asesinato premeditado, sin haberse presentado pruebas o testigos, ni siquiera evidencias circunstanciales, que lo vincularan personalmente con el supuesto crimen.  Se le condenó por un acto - el incidente del 24 de febrero de 1996 que provocó el derribo de dos avionetas de la organización contrarrevolucionaria  de Miami Hermanos al Rescate -  en el que no tuvo participación alguna.  Al juzgar la decisión tomada ese día por la República de Cuba en legítima defensa, el tribunal violó la Doctrina del Acto de Estado que ha sido claramente reconocida por la Corte Suprema de Estados Unidos. Al  juzgar la conducta del Estado cubano, el tribunal de Miami violó el Derecho internacional y el norteamericano.

El carácter vengativo e irracional de las sentencias, desproporcionadas respecto a las pruebas fabricadas contra ellos, demuestra hasta qué punto estamos ante un hecho de absoluto desprecio por las propias leyes de Estados Unidos:  Ramón a una cadena perpetua más 18 años; Antonio  a una  cadena perpetua más 10 años;  Fernando a 19 años  y  René a 15 años.

Una de las consecuencias más graves y peligrosas de todo este proceso es el respaldo que se le ha dado a los grupos terroristas que operan en Miami y el estímulo a que continúen sus acciones criminales contra Cuba.

Al denunciar estos hechos, el Partido Comunista de Cuba expresa su profunda convicción sobre la justeza de la causa que estos cinco jóvenes han defendido y espera la contribución de todas las fuerzas amigas y de aquellas que simplemente respetan la ley  y la justicia, al esfuerzo que realiza hoy nuestro pueblo para que ellos regresen a su Patria.

COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

La Habana, abril del 2002

AÑO DE LOS HÉROES PRISIONEROS DEL IMPERIO