Palabras
 
 
Si no protegemos
las palabras,
algún día
hablaremos con los puños.
 
Si no defendemos
las palabras,
algún día
despertaremos mudos.
 
Sin duda
las palabras
tienen huesos y narices,
se peinan,
se desvisten,
y sufren y recuerdan.
 
Sin duda
las palabras
caminan sobre el tiempo:
nacieron
una tarde
y van envejeciendo.
 
Es cierto
que hay palabras
a punto de extinguirse,
ejemplo
LINOTIPIA,
CAREY o TROGLODITA,
palabras que han vivido
y ahora se prolongan
en cuerpos con lumbalgia
que ruedan al olvido,
ancianas encerradas
en una misma historia,
sonidos con arrugas
que pierden la memoria.
 
Es cierto
que hay palabras
brillantes de prestigio,
vestidas a la moda,
sinuosas y atractivas,
nos dicen
PSICODRAMA,
BIORRITMO, TELETIPO,
palabras confundidas,
alegres, ignorantes,
promesas ilusorias
en voces perfumadas,
palabras impetuosas
con piernas deslumbrantes
que venden seductoras
el sueño del instante.
 
Es cierto
que hay palabras
que sirven de estandarte,
nos dicen
PATRIOTISMO,
LIBERACIÓN o PUEBLO,
banderas conocidas,
usadas, traicionadas,
palabras desteñidas
que pierden su grandeza
y cantan confundiendo
la gloria con la muerte.
 
Decimos
fácilmente
DIVINO, GENIO, SANTO,
palabras ambiciosas,
inmensas, desgastadas,
palabras regaladas
para hechos ordinarios
que quedan despojadas
de fuerza y de tamaño.
 
Es cierto
que tenemos
palabras preferidas.
Pero digamos la verdad:
no nos alcanza con algunas.
Necesitamos
todas las palabras.
 
Palabras
amorosas
que besan los oídos,
que acercan nuestra vida
al cuerpo tan deseado,
cargadas con ternura,
preguntas, secreciones,
tendidas como puentes
entre la piel y el sueño.
Palabras
agresivas,
filosas como hachazos,
ocultas en silencios
que esperan su estallido,
usemos
las palabras
como armas invencibles,
palabras escupidas,
furiosas, necesarias.
 
Es cierto
que hay palabras
hermosas como el agua,
que son asesinadas
al mínimo descuido,
palabras desarmadas
que se alzan peligrosas,
ingenuas como niñas,
antiguas como el sueño,
digamos
LIBERTAD,
AMOR, JUSTICIA,
palabras mutiladas
por bombas y mentiras,
pequeñas desnutridas
enfermas de esperanza,
violadas nuevamente
sin culpa ni testigos
en el mayor silencio
por dos...
desconocidos.
 
Sin duda
las palabras están vivas:
alientan
y destruyen,
insultan y respiran.
 
 
 
 
un  abbraccio  a  tutti  compagni ...
 
 
La  Rusa