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Reflexión
a los pies de Centroamerica herida.
Mitch,
dicho el huracan,
desconozco el vientre humedo de nubes caribeñas que te parió.
Dicen que tu ADN quedó lastimado por las miles de milliones
de toneladas de carbono y otros gases volcados diariamente en la
atmosfera por las industrias, carros, calefacciones de la humanidad satisfecha.
Los pocos que tienen de sobra.
Habrá
sido esta sobreproduccion que te crió tan bravo? No te dabas cuenta
que la pobre gente que ibas aplastando alla abajo no tenia nada que ver
con los supuestos artifices de tu descomunal malformación?
Ciego
a pesar de tu gran ojo central, enfurecido como Polifemos por el engaño
de listos ejecutivos de empresas petroleras, has tomado tu venganza sobre
los desposeidos de siempre.
Sin
embargo, no voy a caer en la trampa de clasificar tu expediente entre los
casos clínicos, los de incomprensible monstruosidad. De un lado,
seria una traición, bajo los asepticos modales de la supuesta imparcialidad
cientifica, de la magnitud de la tragedia objetiva que has causado. Del
otro, el mejor encubrimiento de tus complices y mandantes. Si el paragon
no te parece demasiado atrevido, no se puede pasar por alto todo todo el
mal que hizo un Hitler solamente porque era loco.
Entre
tus complices en la matanza, llamo a juicio delante del Dios Crucificado
y Liberador que nos juzgará a todos, las oligarquias centroamericanas
de siempre y sus aliados en Nueva York, Washington, Roma, Londres, Paris...
Las condiciones de miseria desollada en que estos señores han oprimido
a las mayorias populares de Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala
te han sin duda facilitado el trabajo, verdá? Una cosa es aplastar
casitas de adobe y madera, volar techos de lamina,
barrer
aldeas y barrios pegados a la tierra por puro milagro de equilibrio estatico.
Otra es quebrarse los dientes sobre hierro y concreto, como bien saben
tus hermanos que ententaron el asalto a las mansiones de Miami.
Padre
nuestro, a los sobrevivientes no les queda mas que la vida y tu
amparo.
Se que tu no le fallaras así como le fallaron los caprichosos y
drogadictos dioses de los vientos y así como les traicionaron sus
gobernantes.
Te
ruego, protejelos de los buitres de la ayuda humanitaria, los que apuntan
acaparrarse el pan sagrado que la solidaridad nacional e internacional
esta canalizando hacia las mesas - y donde no han quedado ni siquiera mesas,
hacia las nudas manos de los damnificados.
Y ten
piedad de nosostros, en nuestras confortables casas. Que resuenen para
nosotros las tremendas palabras del poeta milagrosamente sobrevivido a
los campos de exterminio de la "civil" Europa en 1945: consideremos si
estos son hombres, si estas son mujeres, depredados por las rapaces garras
de cafetaleros y bananeras y ahora desnudados por un huracan asesino, que
dan a la luz sus criaturas en una mar aplastante de lodo hecho tiniebla,
borradas del mapa sus milpas y aldeas, ahogados por rios desbordantes los
sudores de toda una vida.
Mario
Ragazzi
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