Coliseo
Coliseo
Puede parecernos una ironía el hecho de que este maravilloso anfiteatro se construyera con el propósito de ofrecer el más espeluznante de los espectáculos: la muerte de hombres y animales.
Se erigieron anfiteatros en Francia, Italia, España y en el Norte de Africa. Muchos se siguen utilizando para corridas de toros, operas y espectáculos teatrales.
Allá por el siglo I a.C., a esta gigantesca elipsis se la conocía con el nombre de Anfiteatro Flavio, ya que fue el emperador Vespasiano, perteneciente a la familia Flavia, quien ordenó su construcción. El emperador mandó vaciar el lago artificial del palacio de Nerón, la Domus Aurea, Aurea (casa dorada), y allí mismo levantó un anfiteatro, "el más grande del mundo", con el fin de divertir al populacho.
En el Coliseo se celebraban fantásticas luchas a muerte de gladiadores y bestias salvajes¡Y la entrada era gratuita! Aquí tenemos la prueba evidente de que los emperadores recurrían al "panem et circenses" - harina y entretenimiento gratis- para ganarse la simpatía del pueblo.
El anfiteatro se eleva a una altura de cuatro pisos como un perfecto óvalo de ladrillo. El primer piso tiene columnas dóricas, el segundo jónicas y el tercero y cuarto corintias. Ocupa una extensión de más de 30.000 metros cuadrados y tiene un perímetro de 527 metros.
En otro tiempo estaba recubierto con mármol de travertino - la piedra tapaba los grandes agujeros de la fachada-. Unas gigantescas grapas de metal fijaban los bloques de mármol a la estructura de ladrillo.
También contaba con soportes para antorchas de parafina y estandartes. El metal y el mármol fueron literalmente arrancados del edificio y el Coliseo se convirtió en la mayor cantera del mundo.
En su construcción intervinieron los más afamados ingenieros; unos 50.000 espectadores podían acomodarse en sus gradas en menos de diez minutos gracias a las 80 puertas numeradas y a los amplios corredores.
El emperador y su séquito tenían su propia entrada. Los gladiadores a los que se les perdonaba la vida utilizaban la Puerta de la Vida; el resto, los caídos, la Puerta de la Muerte.
Los espectáculos solían comenzar al alba y se alargaban hasta el anochecer. Los oficiales de alto rango, junto con los nobles y los senadores, se sentaban en las gradas situadas al mismo nivel que las del emperador; los mercaderes ricos en las del nivel inmediato superior; los hombres libres en otras más arriba. Los esclavos y marineros responsables del "Velarium" ocupaban la sección más alta del anfiteatro; debajo de éstos, en el nivel inmediato inferior, se sentaban las mujeres.
El "Velarium" era un enorme carpa utilizada para proteger a los espectadores del sol y la lluvia. Su tamaño era gigantesco y tenía un agujero en el centro a modo de "Donut" para dejar la arena a cielo descubierto-. Tensar la carpa suponía un gran esfuerzo y precisión. Los marineros se organizaban en equipos y tiraban de las cuerdas siguiendo el ritmo que les marcaba un timbal. A pesar de tener una gran experiencia muchas veces tenían que servirse de cánticos para no perder el compás.
El espectáculo comenzaba cuando los gladiadores, llamativamente ataviados, salían a la arena. El suelo estaba recubierto con tablas y éstas con arena para camuflar la sangre derramada. Los gladiadores desfilaban hasta el palco imperial gritando al unísono el tan famoso y premonitorio "Ave Imperator morituri te salutant" ("Ave Cesar, los que van a morir te saludan").
Durante la fiesta los esclavos izaban con poleas los elevadores que subían a los contendientes: más de 1000 gladiadores (100 hombres por ascensor)y cientos de leones. A veces hombres y bestias coincidían en un mismo ascensor-¡Arrojar cristianos a los leones era una práctica muy habitual!-
72 d.C. El emperador Vespasiano- para contribuir a la difusión de los deportes sangrientos- inicia la construcción del más grande y maravilloso estadio de su tiempo. 80 d.C. El emperador Tito, hijo de Vespasiano, inaugura el anfiteatro con una fiesta que dura 100 días: cientos de hombres y más de 5.000 animales salvajes, la mayoría del norte de Africa, son masacrados. 407 d.C. Se prohibe las luchas de gladiadores. Siglo V. El anfiteatro se utiliza para celebrar ceremonias imperiales. Ésto se deduce de unas inscripciones en mármol que la arqueóloga Silvia Orlandi descifró en 1997. 523. Se prohibe el sacrificio de bestias salvajes. 673. Un monje inglés, el venerable Bede, en su visita a Roma, crea el dicho popular: " Roma perdurará mientras el Coliseo siga en pie, cuando éste caiga, también Roma caerá y con ella el mundo entero". Siglo XIII. La familia Frangipiani convierte el Coliseo en una fortaleza. Siglo XV. El Coliseo sufre los peores pillajes de toda su historia. Éstos no cesan hasta que la Iglesia Católica lo consagra construyendo una capilla en su interior.
Busquen en las paredes de los pasillos subterráneos las acanaladuras por las que subían y bajaban los ascensores de la época. Hoy, en el Coliseo, todos los viernes Santos (22.00 horas) el Papa celebra una misa tras un largo Via Crucis.
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