Arco de Costantino

Arco de Costantino

Es el Arco de Triunfo más grande y majestuoso jamás construido. Se erigió para el paso de los generales victoriosos en los cortejos triunfales. Los prisioneros -enemigos vencidos- arrastraban sus cadenas mientras el populacho vitoreaba a sus héroes.

Debido a que en la Roma del siglo IV d.C. el arte escultórico estaba poco desarrollado uno de los pocos relieves que corresponde realmente al período cristiano es el que representa al emperador Costantino dirigiéndose a una multitud que lo aclama. Los demás fueron arrancados y robados de otros monumentos.

Descripción de los relieves:

Lado Norte (orientado hacia el Coliseo)

Parte superior: Las cuatro estatuas commemoran las guerras de Trajano (98 - 117 a.C) contra Dacia, territorio que corresponde más o menos a la actual Rumanía.

En los cuatro bajo relieves de la época de Marco Aurelio (Siglo II d.C) a la figura que representa el emperador le falta la cabeza -¡cortar cabezas era uno de los pasatiempos preferidos en la Roma de los Césares!-; ésta fué sustituida luego por la de Costantino.

Los cuatro medallones son de la época de Adriano (117-138 d.C).

Lado Sur

Los relieves de la parte superior narran las victorias de Trajano.
Los de la parte inferior representan divinidades paganas, un dato sorprendente si tenemos en cuenta la más que anunciada conversión al cristianismo del emperador. Tal vez su construcción se inició de forma precipitada.

Arco de Costantino Historia 312 d.C. Costantino derrota a su rival Majencio en la batalla de Saxa Rubra. 315 d.C. Se erige el Arco de Triunfo para conmemorar la victoria. Edad Media. El Arco de Triunfo se incorpora a la fortaleza que la familia Frangipiani ordena construir en el Coliseo; los Frangipiani gobiernan la ciudad con mano dura. 1804. Las construcciones medievales son demolidas y el Arco de Triunfo se restaura.

Meta Sudans

Era un gran montículo cubierto con piedra porosa que rezumaba agua de una corriente subterránea. Hasta hace poco yacía escondida bajo una carretera con mucho tráfico: camiones, coches y autobuses circulaban por la zona contaminando a su antojo.

Hoy está cerrada al tráfico. Las vibraciones ponián en peligro la frágil estabilidad de los bloques de mármol del cercano Coliseo. Las grapas de metal que los sujetaban desaparecieron en la Edad Media - se presume que fueron robadas para fabricar bolas de cañón-.

Meta Sudans Historia Siglo I d.C. En los tiempos de Augusto era un lugar público situado en un valle por el que discurría un riachuelo. Siglo II. Los Gladiadores se refrescaban en sus aguas antes de los combates en el Coliseo.

Estatua Gigante de Nerón

Nerón quería ser recordado a perpetuidad ¡Qué mejor manera de conseguirlo que hacerse construir una estatua con su imagen! Tomó como modelo una de las siete maravillas de la Antigüedad, el Coloso de Rodas (Siglo III a.C).

Como esta estatua medía 32 metros, el emperador quiso que la suya fuera aún más alta- ¡35 metros!-. En un principio se colocó en la entrada de la gigantesca "Domus Aurea"; más tarde, Adriano la trasladó a los pies de la colina, cerca de la fuente Meta Sudans.

Aquí permaneció durante siglos, pasó a ser conocida como "El Coloso" y dió nombre al Anfiteatro Flavio (Coliseo a partir del año 1000). Como era de esperar, muchas de estas estatuas de mármol fueron "decapitadas", los emperadores sustituían las efigies de sus antecesores por las suyas.

Domus Aurea

(La casa dorada de Nerón). Nerón encomendó su construcción a los arquitectos Severo y Celer en el 59 d.C. Hasta hace poco se creía que el palacio ocupaba una superficie de 150 metros de largo por 150 de ancho (dos o tres veces el tamaño de un campo de fútbol). En realidad era más grande de lo que se pensaba: medía 400 metros de largo por 100 de ancho y ocupaba unas 60 hectáreas de terreno.

Un camino flanqueado por columnas conducía a la entrada principal o Vestíbulo que contenía una gigantesca estatua del emperador que "daba la bienvenida" a los invitados (El Coloso se trasladó un siglo más tarde, cuando Adriano construyó el templo de Venus y Roma).

Desde este privilegiado lugar se divisaba toda la finca: la elegante colina que bajaba hasta el lago, los pabellones diseminados aquí y allá y la larga fachada del edificio imperial, toda ella porticada (muy de moda en aquella época).

La llamaban la "Casa Dorada" porque las paredes de la estancia principal, decoradas con frescos de Fabullus y Plinio -artistas extraordinarios- estaban cubiertas de oro. La casa era de estilo sureño: una versión en tamaño gigante de la típica casa de la Magna Grecia (Sicilia). Podemos ver edificios parecidos en los mosaicos de los siglos I y II d.C de la plaza Armerina (Sicilia).

Nerón utilizaba la Domus Aurea para deslumbrar a sus invitados más que como vivienda. Cuentan sus biógrafos que cuando la vió acabada declaró - entre suspiros- que por fin viviría en una casa que estuviera a su altura, un palacio excesivamente grande y caro pero sin duda bellísimo.

Este excéntrico personaje se proclamaba campeón de todas las artes: desde el atletismo (disciplina en la que nadie se atrevía a superarle ) hasta la música y la poesía ( le encantaba cantar en las fiestas). Otra de sus peculiaridades: nada le parecía suficiente. ¡Ni siquiera la estatua dorada de 57 metros de altura del Vestíbulo que lo retrataba desnudo!

Nerón se ganó el odio del pueblo al ordenar la expropiación de centenares de viviendas para poder construir su residencia de ensueño. Se propagaron rumores contradictorios sobre su persona: unos le hacían responsable del incendio que destruyó dos tercios de Roma (64 d.C ); otros, por el contrario, alababan su heroísmo en las labores de extinción.

Bajo los cimientos de la Domus Aurea se encontraron restos de viviendas carbonizadas: el proyecto se tragó un barrio entero-. Nerón, como era de esperar, culpó del incendio a una nueva secta: los cristianos S. Pedro y S. Pablo murieron martirizados por este motivo.

Según Tácito en sus jardines había bestias salvajes y en el lago artificial, que ocupaba la zona donde luego se erigió el Coliseo, se celebraban exuberantes fiestas y banquetes. La propiedad contaba con bosques y viñedos que se extendían hasta la colina Coelia. Un dato curioso: las mujeres de la aristocracia se prostituían en burdeles construidos ad hoc en la orilla del lago.

En la construcción de la Domus Aurea se utilizaron técnicas muy innovadoras. Nada más entrar el invitado de turno se topaba con una cascada de agua que parecía venírsele encima pero en el último momento desaparecía por un canal que se abría hacia abajo.

En la estancia más grande otra cascada hacía girar día y noche la plataforma circular donde se celebraban los banquetes. Otra habitación tenía el techo cubierto de tejas de madreperla con orificios que dejaban caer pétalos y perfumes sobre los invitados. Éstas técnicas se fueron perdiendo con el paso de los siglos.

Todos estos excesos obligaron a Nerón a seguir el consejo de su tutor: se suicidó clavándose un puñal con la ayuda de su siervo mientras el pueblo pedía a gritos su sangre. Su reinado no fue, después de todo, tan breve; duró 14 años, desde el 54 hasta el 68 d.C.

Los emperadores Tito y Trajano, ansiosos por distanciarse de su excéntrico antecesor, hicieron lo posible por borrar todo vestigio del palacio: erigieron sendos complejos de termas y templos sobre la Domus Aurea y saquearon cuanto allí había de valor, incluido el mármol de las paredes y suelos.

Su penoso estado no mejoró hasta que en el Renacimiento (literalmente re-nacimiento), grandes artistas como Rafael y Miguel Ángel quedaron fascinados por la extraordinaria simetría y belleza de sus frescos. Sus discípulos, colándose por un pequeño agujero, descubrieron la sala principal y estamparon sus firmas- todavía hoy visibles- en el techo.

El descubrimiento del palacio de Nerón inspiró muchas de las construcciones y decoraciones de estilo clásico del Renacimiento.

La famosa estatua de Laocoonte fue hallada en este mismo lugar en un estado penoso debido a la humedad y a los corrimientos de tierra. Los frescos afortunadamente no corrieron la misma suerte. Según los arqueólogos el calcio adherido a su superficie los ha protegido durante todos estos siglos.

Domus Aurea Historia 64 d.C. Un incendio destruye gran parte de Roma y Nerón expropia los terrenos para su palacio. El arquitecto Severus y el ingeniero Celer inician su construcción. 68. Nerón se suicida. 79-81. El emperador Tito modifica parte de la Domus Aurea y la incorpora a su palacio. 104-109. El emperador Trajano, con el firme propósito de borrar el legado de Nerón, ordena erigir unas termas sobre el palacio. Tras expoliar sus exquisitas habitaciones arrancando todo cuanto allí había de valor (mosaicos, frescos, estatuas...), las cubre de escombros para levantar los cimientos del nuevo edificio. 1494. Los pintores del Renacimiento se inspiran en los frescos que decoran las partes altas de las habitaciones de la Domus Aurea, recién redescubierta. Como parecía que estaban pintados sobre las paredes de una cueva (o gruta), el nuevo estilo pasó a ser conocido como "grotesco". 1999. La Domus Aurea, maravillosamente restaurada, abre las puertas al público.